Mesa con platos

Mesa con platos
Salón Tokyo

domingo, 2 de junio de 2013

Ikebana - El Camino de las flores

La presencia de flores transforma un ambiente, modifica a las personas, vitaliza toda la atmósfera. Es como si su espíritu lo penetrara todo. La convivencia con las flores perfuma la naturaleza humana.


  El Ikebana o arte floral japonés, proviene realmente de una antigua tradición que tenían los budistas chinos de hacer ofrendas florales a Buda en sus templos y no fue hasta el siglo VI cuando se dio a conocer en Japón a través de los misioneros chinos.
  Este ofrecimiento divino, que en sus orígenes comprendían elementos básicos (incluso a veces sólo se ofrendaban pétalos de flores), fue perdiendo poco a poco su connotación religiosa y fue durante el siglo X, cuando se introdujeron elementos como recipientes, jarrones, dando belleza al acto.

  A lo largo de los siglos, ha habido multitud de escuelas de Ikebana, todas ellas con sus propias características, simbologías y otros detalles.

  Actualmente ha alcanzado tal popularidad que su práctica abarca desde simples aficionados hasta diseñadores profesionales y artistas, introduciéndose en casas, oficinas, hoteles.

 












  El Ikebana se basa en la armonía de una simple construcción lineal y la inclusión de flores o elementos que nos puede ofrecer la propia naturaleza.

  Los materiales que se usan para la construcción son flores, hojas, cereales, hierbas, ramas, semillas, frutas, vegetales, etc. Dichos materiales podían ser vivos, secos o artificiales. En un principio se prefería el uso de materiales del lugar, aunque dicha condición con el tiempo se fue perdiendo.
  Otro aspecto importante a tener en cuenta en el Ikebana, es el diseño. Las partes más importantes del diseño son el color, la forma, la textura y la línea. El color y la forma vienen dados por la propia naturaleza del elemento escogido, aunque con la creación de las escuelas modernas, dicha naturaleza podía modificarse. La textura viene determinada por la superficie de los materiales usados y la línea es expresada por las ramas que tiene la composición.

    La forma esencial plástica del Ikebana es el triángulo, que estará formado por líneas de ramas y de flores El cielo es representado por la rama o línea principal, la tierra por la tercera, y el hombre por la línea intermedia (sirviendo de comunicación entre el cielo y la tierra). Los arreglos variarán según la inclinación y colocación de las ramas y su belleza se incrementará por la perfección de las líneas, la armonía de colores, el espacio y la forma.

  El Ikebana posee un aspecto espiritual muy importante. El silencio es una necesidad durante su práctica. Es un tiempo para apreciar las cosas en la naturaleza que las personas suelen pasar por alto, debido a sus ocupadas vidas.  Es un momento en el que la persona se siente cercano a la naturaleza, ofreciendole relajación a la mente, el cuerpo y el alma.

  Veamos un vídeo publicado en la Radio-Televisión de Castilla y León, donde se muestra una explicación de este arte,

No hay comentarios:

Publicar un comentario