Aunque el consumo de alcohol debe hacerse siempre con moderación, y esta es una afirmación que no debemos olvidar, expertos en el tema mantienen que el sake es “saludable”, ya que aporta elementos nutricionales a cualquier dieta, consistentes en vitamina B1, potasio, carbohidratos, calcio, hierro, magnesio y fibras dietéticas.
Mientras que en occidente es considerado simplemente como una bebida
alcohólica (cada vez más habitual en bares, restaurantes y bares de copas), la
verdad es que se consume en Japón desde hace más de 2.000 años con fines
rituales y sobre todo, medicinales.
Este llamado “vino de arroz”, se elabora moliendo por completo este
cereal hasta reducirlo a almidón para que sea convertido en azúcar. Añadiendo
levaduras y sometiéndolo a un procedimiento similar al de la cerveza, se
obtiene un bebida blanquecina o amarillenta con una graduación de alcohol entre
un 14 % y un 16%. Con sabores que varían del seco al ligeramente dulce. Puede
beberse de cualquier manera, frío, caliente o natural, la temperatura depende
de la estación del año, la comida, etc.
El largo proceso de fermentación al que se somete (puede ser incluso
tres o cuatro veces más que la del vino), produce una variedad amplia de
aminoácidos, dando al Sake un gusto equilibrado y un sabor fresco. Además de la
fermentación, es imprescindible la calidad del agua utilizada para su
elaboración.
Las enzimas que intervienen en la fermentación, son proporcionadas por
un moho llamado koji-kin (Aspergillus oryzae), que se cultiva deliberadamente
sobre el arroz cocido al vapor. Este arroz cocido, se mezcla com más arroz
cocido al vapor, agua, y la levadura en un mismo tanque. Este es el punto clave
del Sake: se da la sacarificación por parte del moho y la fermentación por la
levadura en el mismo tanque y al mismo tiempo. Este proceso se da únicamente en
el Sake de entre todas las bebidas alcohólicas, y se conoce como heiko
fukukakkoshiki o "fermentación múltiple en paralelo".
Beneficioso para la salud.
Los nutrientes que posee esta bebida, previenen el cáncer, fortalecen
el sistema inmunológico, estimulan las funciones cerebrales, benefician al hígado,
estimulan la circulación sanguínea y regulan los niveles de colesterol.
Sirve, además, para mejorar la memoria, promover la producción
hormonal y reducir el riesgo de osteoporosis, así como reducir el estrés y
estimular el apetito.
También se le atribuyen cualidades como la desinfectación de heridas, disminuir
el peso y purificar la piel (mediante baños de Sake).
Así pues, beber entre 3 y 6 vasos de sake a la semana resulta muy
beneficioso para tonificar el organismo y prevenir una serie de problemas
relacionados especialmente con el sistema inmunológico y las funciones
cerebrales.
Cómo preparar sake casero (según receta encontrada en internet).
Ingredientes:
1 y ½ kilogramo de arroz
400 grs. de Kome-koji o
arroz malteado*
½ grs. de ácido cítrico* o
jugo de 1 limón
2 y ½ litros de agua
5 grs. de levadura
* Tanto el kome-koji como el ácido cítrico pueden conseguirse en
farmacias o tiendas especializadas en salud natural o herboristerías.
Preparación:
- Se lava el arroz y se deja en agua durante ½ hora. Después de este tiempo, se vierte en un colador dejándolo allí durante 1 hora para que pierda todo el agua.
- Se coloca el arroz en una cacerola añadiendo 1,8 litros de agua y se pone a cocer. Hay que esperar 10 minutos si se cocina directamente en el fuego.
- Cuando el arroz esté listo, se retira del fuego y se deja enfriar.
- En otro recipiente se diluye el ácido cítrico o jugo de limón en 2,4 litros de agua. Se añade los 400 gramos de arroz malteado y se mezcla bien.
- Después de reposar 30 minutos, se añade el arroz hervido y se mezcla bien de nuevo.
- Se agrega la levadura y se tapa el recipiente.
- Después de transcurridos 15 días de fermentación, se cuela el preparado con un colador y se conserva el Sake resultante en un recipiente de vidrio.
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