1.000 metros cuadrados acogerán en Valladolid, la “Japanese Contemporary Arts”, donde se mostrará el espíritu y la filosofía de la cultura milenaria japonesa.

  Desde el pasado 10 de Mayo y hasta el próximo 16 de Junio, Valladolid será sede de una exposición de pintura, fotografía y escultura contemporánea japonesa,  anticipándose así a la celebración de los actos culturales programados, entre 2013 y 2014, dentro del denominado Año Dual España-Japón acordado en 2010 por ambos países.

  Estos intercambios culturales se celebrarán entre junio de 2013 y julio de 2014, coincidiendo con el 400 aniversario del envío de la Embajada Keicho a Europa (España y Roma). Ambos años se conciben como una conmemoración de 400 años de intercambio hispano-japoneses.

  La exposición, inaugurada de forma simultánea en tres salas de la ciudad, consta de más de doscientas obras, pertenecientes a diversas técnicas, estilos y generaciones de artistas japoneses.

Provienen de una nueva edición de la Japanese Contemporary Arts, una muestra de convocatoria anual creada en París en 1973 por Toshifumi Magori para proyectar el arte nipón y que de forma itinerante visita países como Estados unidos, Canadá, Chile, Cuba, México, China, España, Bélgica, Francia, Alemania, Holanda, Italia y Suiza.

  Cerámica, artesanía, kimonos, caligrafía, bordados, cortes de papel, grabado, pintura al óleo, acrílico, acuarela, teñido y dibujo en tinta china son algunas de las manifestaciones artísticas de la exposición que podrán verse en las tres salas municipales de exposiciones existentes en la ciudad (Museo Pasión, Las Francesas y Casa Revilla).

  Más allá de las técnicas y estilos, la exposición muestra el espíritu, el alma, la tradición, el sentimiento y la filosofía de la cultura milenaria de Japón que se reflejan en estas obras, con especial veneración a la naturaleza a través de composiciones donde cobran vigor el paisaje y los animales.

  Destacan así obras como "El eterno ciclo de la naturaleza" (Hiroaki Okepa), "Bosque" (Keiko Kadoya) y "Extremo más oriental de la montaña Yashigamine" (Yukiko Okuda).

 

  Otra doctrina interesante es la caligrafía Sho, una de las más bellas artes populares de Japón y una disciplina que tiene un sentido filosófico y sentimental, que se practica a la tradicional usanza milenaria japonesa y que se ejecuta con un pincel, un tintero, pisapapeles y un pliego de papel de arroz.